11/11/2014

UN BOTICARIO DE TODA LA VIDA

Antoni Esteve Cruella

El nuevo presidente de Farmaindustria, la patronal de la industria farmacéutica, pertenece a la séptima generación de la familia que fundó y dirige el grupo Esteve.

Trastaranieto, tataranieto, bisnieto, nieto e hijo de boticarios. Antoni Esteve Cruella, el recientemente nombrado presidente de Farmaindustria, la patronal de la industria farmacéutica, y director del Grupo Esteve, lleva la producción y distribución de medicamentos en las venas; y un total conocimiento de la situación del sector en la cabeza.

Lo va a necesitar. Tiene por delante un importante reto: debe conseguir conjugar la rentabilidad del sector con la fuerte inversión que requiere la investigación y el desarrollo de terapias vanguardistas en un contexto de recortes presupuestarios por parte de la Administración pública.

No es la primera vez que este Empresario nacido en Barcelona hace 56 años se pone al frente de Farmaindustria. Ya lo estuvo entre 2006 y 2008. Así que conoce bien las dinámicas de una entidad compleja en la que se agrupan compañías de capital de origen español y de origen extranjero. Sólo tiene que volver a habituarse a ellas.

Ha empezado con buen pie. Menos de 10 días después de su nombramiento, Farmaindustria ha llegado a un principio de acuerdo con Hacienda para establecer un techo de gasto farmacéutico ligado al crecimiento del PIB. Aunque la negociación fue puesta en marcha por su antecesora en el cargo, Elvira Sanz, presidenta de Pfizer, a él le toca que llegue a buen puerto. Los que le conocen están convencidos de que lo conseguirá gracias a su espíritu de consenso.

La saga familiar de la que procede Esteve Cruella viene de muy lejos. Todo comenzó en 1787, cuando su antepasado Tomás Esteve Gabanyach dejó su Cerdanya natal para instalarse en Manresa y hacerse cargo de la farmacia del hospital de San Andrés. Años más tarde, uno de sus descendientes, el abuelo de Esteve Cruella decidió ir más allá y establecerse por su cuenta. Fundó 1929 la farmacia Esteve en la calle de Plana del Olmo de la localidad barcelonesa.

En las oficinas de este establecimiento se encuentra el germen del grupo Esteve que hoy cuenta con 2.300 profesionales dedicados a la fabricación de principios activos e intermedios y un volumen de ventas en 2013 de 818 millones de euros.

La investigación y el deseo de ir más allá forma parte del ADN de la compañía. Su fundador realizó 1932 la síntesis del primer neoarsenobenzeno -un antisifilítico- español. Y eso parece haberlo heredado este licenciado y doctor en Farmacia por la Universidad de Barcelona, a quien sus colaboradores definen como un hombre exigente, creativo e inconformista que lo cuestiona todo para conseguir llegar a la mejor solución. Siempre acompañado de optimismo y de un "trato exquisito" con todo el mundo.